“Cambié, eso era lo que necesitaba. Es verdad que uno es el que decide cambiar, pero sin el apoyo de todas estas personas en El Salto y mi familia, no hubiera podido hacerlo. El resultado fue el que esperaba”. Cristián Gutiérrez fue paciente del Programa Ambulatorio Intensivo (PAI) del Policlínico El Salto y tras dos años de terapias grupales y familiares, hoy puede decir que está rehabilitado.
Vivió años con esta enfermedad que genera una adicción y dependencia hacia el consumo excesivo de bebidas alcohólicas, lo que muchas veces radica en diversos problemas sociales, por ejemplo, el desempleo, endeudamiento, divorcio o problemas maritales e intrafamiliares, entre otros. Y además una serie de inconvenientes en la salud, causados por daños en el estómago, esófago, páncreas, hígado, riñón e incluso corazón.
Sin embargo, esta enfermedad puede tratarse con el apoyo adecuado. En el Policlínico El Salto contamos con dos programas de rehabilitación de alcoholismo, donde el objetivo final, es que el paciente, junto con su familia y en manos de nuestros especialistas logre reinsertarse en su ambiente familiar y laboral.
Actualmente, El Salto cuenta con el Programa Ambulatorio Tradicional y el Programa Ambulatorio Intensivo (PAI). El primero busca principalmente acoger y acompañar al paciente y su familia en toda su integridad. Por otro lado el PAI, es un proceso de dos años, donde a través de terapias grupales semanales, talleres, terapias psicológicas y controles psiquiátricos, se aspira a lograr la rehabilitación definitiva de quienes realmente trabajen por lograrla.
Es así como Cristián Gutiérrez, luego de dos años de arduo trabajo, alcanzó su añorado objetivo: la rehabilitación.
“Al principio tenía muchas dudas… Nunca había estado en algo como esto, no sabía cómo iba a ser, cómo eran las personas, si iba a funcionar o no…”, cuenta Cristián, dejando ver la incertidumbre que se apoderaba de él antes de emprender camino a su lucha contra el alcohol.
Cristián actualmente trabaja en una empresa y en las tardes va a buscar a su hija al colegio. Esa era la vida normal con la que soñaba y que gracias a la ayuda del Policlínico, pudo lograr. “Recomiendo el Policlínico El Salto a personas que estén en una situación de dependencia hacia el alcohol, porque sí es posible llegar a un buen resultado. Mi experiencia fue muy buena, de a poco fui tomando confianza, ya que el equipo es muy bueno. Para lograr que un programa así funcione deben mostrar cercanía, empatía con la gente y comunicación, así cumplí mi objetivo”, afirma Cristián.
Si te encuentras en una situación de dependencia de alcohol, o conoces a alguien que lo esté, ¡actúa! Nunca es tarde para cambiar.