Brian conoció el Policlínico en pandemia y tuvo la oportunidad de recibir atención psicológica presencial. “Fue una muy buena experiencia, tuve una excelente relación con mi psicóloga y me sentí muy cómodo durante todo el tiempo que estuve en terapia. A pesar de que en estas instancias se habla de temas bastante incómodos, siempre me sentí bien como para hablar de todo. Quedé muy conforme con lo que logré el tiempo que estuve en terapia y lo digo porque podría decir con bastante certeza que mi vida cambió mucho y para mejor. Además, todos son muy amables y cordiales, desde las recepcionistas hasta los profesionales”. Brian llegó al Policlínico porque su mamá también se atendía acá.
Y no solo los pacientes sienten la calidez que se vive en El Salto. Dominga Aguad es psicóloga clínica de la Universidad Católica y hasta hace un mes atendía en el Policlínico. Nos contó su experiencia de trabajar aquí y la repercusión que tuvo en sus pacientes. “Al salir de la universidad me di cuenta que en la mayoría de los hospitales, consultorios o centros médicos pedían experiencia y por eso se me cerraron muchas puertas. El Policlínico El Salto fue el primer lugar en el que trabajé y el que me permitió adquirir esa experiencia tan deseada. Fue todo un desafío ya que el nivel de complejidad de los pacientes es elevado, pero conté con supervisión clínica, lo cual me ayudó a brindar la mejor atención posible. Asimismo, creo que la vocación y el interés por superarse y seguir aprendiendo fueron piezas claves también. Agradezco la oportunidad dada, ya que me permitió crecer como persona y profesional”.
Dominga destaca el buen ambiente en el Policlínico y lo importante que es esto para poder realizar el trabajo de manera correcta. “No sería posible realizar el trabajo sin el apoyo de las secretarias, de las encargadas del aseo y del equipo administrativo, ya que son ellas las que te ayudan en los momentos de crisis o te orientan a quién llamar ante una urgencia o son las que con una sonrisa o conversación de pasillo, te alivianan la carga emocional con la que uno puede terminar luego de atender. Soy una eterna agradecida de ese gran equipo humano”.
“En cuanto a los pacientes, me llena de orgullo ver los grandes avances que han logrado. Una paciente en particular llegó a consultar en junio del 2020, en plena pandemia. Si bien no nos conocimos en persona, es como si lo hubiésemos hecho por el gran vínculo que logramos tener. Se vieron grandes avances en ella, tales como reconocimiento y expresión de las emociones; canalización de la rabia; bajar expectativas y auto exigencia y, sobre todo, lograr comunicarse asertivamente. Es una paciente que hoy puede decir que está feliz y que agradece haber realizado un proceso psicoterapéutico.
Sin duda, pasar por el Policlínico es una experiencia enriquecedora. Invitamos a más profesionales de la salud a ser parte de nuestro equipo, ya que además de aportar enormemente e influir en los pacientes, estos te enseñan y te hacen crecer enormemente como profesional y como persona.