Julie Ecclefield lleva un año y medio viniendo todos los jueves en la mañana al policlínico. ¿El objetivo? Ayudar en la recepción de medicina a recibir a los pacientes, confirmar y dar horas, vender bonos… Llegó al policlínico porque supo que se necesitaban voluntarias y como no estaba trabajando en ese momento, le pareció una buena forma de dar tiempo a los demás.
“Mi colegio siempre ayudó a El Salto, entonces para mí era un lugar súper cercano. Todos los alimentos que juntábamos al mes venían al policlínico para ayudar a la gente, entonces para mí fue lógico venir a dar tiempo acá”, cuenta.
La gente recibe el trabajo de las voluntarias con mucho cariño. “La respuesta de la gente acá siempre es positiva cuando se dan cuenta que uno los recibe con una sonrisa y los trata bien. Eso me ha llamado mucho la atención”, agrega.
“Se nos ha dado mucho y en la medida de lo posible, hay que devolver la mano”. Julie invita a todos quienes quieran y puedan hacer un aporte en tiempo a la comunidad de El Salto, que vengan al Policlínico y se integren a esta gran familia.
¡Te esperamos!